PUERTO PLATA.- La población de
esta ciudad recordó con dolor y tristeza ayer domingo, los 43 años del cruel
ametrallamiento de una manifestación de obreros portuarios que dejó un saldo
lamentable de cuatro personas muertas y 17 heridos de gravedad.
Este desenlace
fatal, acaeció en horas de la mañana del 31 de marzo del 1970, cuando una gran
manifestación de obreros portuarios locales protestaba por la no mecanización
del puerto marítimo, a la misma vez que se oponían a la regionalización de la
carga que llegaba en los buques.
Según datos recabados por este reportero, “la
mecha que erupcionó este cruel acontecimiento”, tuvo lugar cuando un celador
(vigilante) de la Dirección General de Aduanas, solo identificado con el nombre
de “La Tranca” quien a la misma vez era un reconocido calié, golpeó de forma
abusiva en la cabeza con la culata de su escopeta al sindicalista Pablo
Castillo, causándole heridas y contusiones, lo que provocó que las masas se
enardecieran.
Luego
de esta agresión en contra de Castillo, el mismo fue conducido detenido en
estado inconsciente a la comandancia de la Marina de Guerra (M de G), donde fue
retenido por varios minutos, hasta que por la intervención del padre Espinal
fue llevado a recibir atenciones médicas a la Clínica Brugal.
Los
manifestantes, que aparte de los obreros portuarios, también estaban presentes
estudiantes y dirigentes comunitarios, criticaron esta agresión en contra de
Castillo, ya que de forma pacifica exigían reivindicaciones para mejorar sus
condiciones de vida, lo cual fue respondido con un fuego a mansalva por parte
de los miembros de las Fuerzas Armadas al servicio del régimen de Balaguer.
Este
ataque con artillería liviana (fusiles), iniciado por los guardiamarinas en
contra de la multitud, dio lugar a que cayeran mortalmente heridos los obreros
Severo Pascual, Carlos (Papito) Almonte, Santo López y el joven estudiante
Pumpo Severett, además de causarle heridas a otro 17 obreros.Dicha triste
efeméride, fue recordada ayer con una misa en la Catedral San Felipe Apóstol y
luego con una ofrenda floral en la Plazoleta de los Navieros donde cayeron
abatidos los cuatro obreros portuarios, donde hizo uso de la palabra el
dirigente sindical Luis Oscar Gilbert, quien condenó la actitud criminal de la
dictadura de Balaguer en contra de las clases desposeídas dominicanas.
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